Sin Texto / Danza / 6-12 años
La escultura es materia y forma y es también acontecimiento. Se constituye como lugar para
explorar con el cuerpo, en un proceso de descubrimiento individual o colectivo.
La escultura se presenta como una "caja cerrada".
Activada por los cuerpos de dos bailarines, que
revelan (abren) el espacio, dialogando entre sí y con el público (grupos de niños/as), a través del
movimiento y de la voz. Bailarines y visitantes son materia en acción.
Sus gestos construyen el
espacio. El espacio se abre, se dobla, se desdobla y se expande, sintiéndose un clima de
comunicación y de descubrimiento que termina con la revelación del interior de la escultura, donde
nos damos cuenta de que nuestro cuerpo también es un lugar.
El cuerpo es el último lugar.
La escultura es una multiplicidad de vistas, de movimientos, de gestos, y eso implica el objeto en
sus múltiples aberturas e implica las personas en las múltiples posibilidades de movimiento.
La
combinación de los dos es el todo.
El carácter performativo de la escultura (la escultura como lugar), bien como el enfoque pedagógico
(la escultura como atelier), están concebidos específicamente para grupos de niños/as de los 6 a los
12 años, proporcionándoles un papel activo y creativo.